martes, 30 de junio de 2009

Estupideces veraniegas - III

Llega el verano. Y las vacaciones.
Antiguamente, durante las vacaciones, la gente pudiente iba al norte. Así conseguían huir de los calores estivales. Se paseaba por las playas, incluso se bañaban con esos trajes de baño que parecían trajes. Y por las tardes, vuelta a pasear con algo de abrigo encima (ahora diríamos que con una rebeca). Se dormía plácidamente, bajo una ligera manta.
Actualmente la gente que puede permitírselo -y son muchos más que hace un siglo- emigran hacia el sur. Lo que se lleva es el calor. Playas cálidas, poca ropa, casi ninguna, y noches tórridas en las que es casi imposible dormir antes de las tres de la madrugada.
Lo que se lleva es el bronceado, el chiringuito y el aire acondicionado.
Porque, como todo problema tiene solución, la solución para el calor es el aire acondicionado. No es viajar a un lugar donde no haga calor, no. Lo que se lleva es el calor. Y como el calor es incómodo, encendemos el aparato.
Actualmente el consumo de energía eléctrica es muy superior en verano que en invierno. Las eléctricas, literalmente, no dan abasto. Los transformadores se queman, la tensión baja debido a los picos de consumo. Hay cortes de suministro y quejas.
La pregunta es: ¿podemos permitirnos tamaña estupidez? ¿Hasta cuando?

lunes, 22 de junio de 2009

Estupideces veraniegas - II

Hoy toca hablar de las medusas. No es un problema actual: a mediados de los sesenta, dos "aguas malas" picaron a mi padre en Cádiz. Es sólo que, desde entonces, se ha agudizado el problema.
Primera tontería: gracias a nuestra invasión de las playas, las tortugas bobas -que son tan tontas que se alimentan de medusas- no tienen donde poner los huevos.
Segunda tontería: por si fuera poco, la contaminación de bolsas de plástico de nuestras playas hacen que las escasas supervivientes mueran con su estómago lleno de plástico.
Conclusión: a menos tortugas bobas, más medusas. Y ahora vienen de muchas en muchas. Pero muchísimas. Demasiadas.
Tercera tontería: como las ciencias avanzan que es una barbaridad (esto es una cita, ¿no?) han descubierto el método que usa el pez payaso para evitar ser picado por su anémona amiga. Y claro, lo han puesto en una crema solar. No parece una tontería, ¿verdad?
Última del lote de hoy: Multitud de niños y no tan niños van a creer que, por haberse puesto la crema anti-medusas hace unas horas, y después de bañarse un par de veces y jugar con la arena un buen rato, pueden coger medusas con las manos sin que les pase nada. O bañarse entre una invasión de éstas. Después se quejarán, claro.
Y es que no hay peor tonto que el que no quiere pensar.

miércoles, 17 de junio de 2009

Estupideces veraniegas - I

Ahora, que llegan los calores, suele aparecer una queja en la sección de cartas de los periódicos gratuitos: "En mi línea de metro no hay aire acondicionado". Pobrecillos. Últimamente menos, porque Metro de Madrid está poniendo aire acondicionado en todos los trenes. Una solemne estupidez.
Empecemos por el principio:
El aire acondicionado, igual que los frigoríficos, sacan el calor -la energía calorífica- de un sitio para verterlo en otro. No exactamente el mismo, sino más, porque el trabajo necesario para hacer eso también produce calor. Los frigoríficos lo vierten en tu propia cocina, lo que en verano es un problema. Si estás acalorado y abres el frigorífico para refrescarte un poco estás haciendo el tonto, malgastando energía y calentando más aún tu cocina. Pero puedes sentir el fresquito.
Por otro lado, ¿qué tienen en común las catedrales y las buenas bodegas? Que al ser unos edificios tan grandes -y altos- con salida de aire en la parte superior, regulan su temperatura manteniendo un ambiente fresco incluso en los peores días de verano. A eso se llama "efecto cueva" y no es casualidad que las bodegas excelentes estén excavadas en la roca.
En una catedral, o en una bodega catedral, el aire se estratifica, con el aire caliente arriba y el frío abajo. En los momentos menos cálidos del día el aire fresco entra por la parte superior, mientras el calor escapa.
Pero volvamos a la cueva. ¿No es el Metro una cueva excavada por el hombre? Si lo dejamos en paz regula su temperatura a la baja, incluso aunque intentemos calentarlo con los motores de cientos de trenes y los calores de millones de usuarios. En promedio hay demasiado aire para tan poco calor generado. Y el aire caliente tiende a escaparse por las puertas y las rejillas de ventilación. De madrugada el aire frío entra, regulando la temperatura.
Pero eso no impide que, en la hora punta, alguien metido en un vagón totalmente cerrado y acompañado de un centenar de personas, pase calor. Así que ponen aire acondicionado.
El problema es que, cada minuto y medio o dos minutos, dependiendo de la línea, el tren se pasa medio minuto con las puertas abiertas vertiendo el aire frío a las vías. Un tren que está totalmente cerrado entre estaciones, justamente la zona menos contaminada de calor. ¿Porqué no diseñan una circulación eficiente, barata y limpia de aire en los vagones? Algo así como abrir un par de ventanillas en cada vagón.
No, hay que poner aire acondicionado, para que los quejicas sientan el fresquito.
Y si es lo mismo que enfriarse abriendo el frigorífico de casa y metiendo los pies, no importa. Lo importante es malgastar energía para nada. Entonces todos seremos un poco más felices.

miércoles, 10 de junio de 2009

Nuclear - otra vez.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dictaminado, ante la demanda del gobierno, que la central de Garoña puede funcionar durante diez años más.
Normal, saben del tema.
El gobierno no parece estar de acuerdo. Quiere cerrarla, y quiere cerrarla ya.
Supongo que alguien, el CSN o quien sea, le enseñará los números y se los explicará. Si consiguen ser oídos, tendremos Garoña por diez años más.
Porque, como ya dije, es muy difícil cerrar una central en funcionamiento.
Ya sé que se cerró Zorita. No se podía hacer otra cosa: el vaso de contención se estaba cayendo a pedazos. Zorita ha funcionado hasta que no se pudo hacer otra cosa. Igual que va a pasar con Garoña. En el instante en que ese alguien le diga al gobierno lo que cuesta, actualmente, Zorita.
¿O alguien es tan ingenuo que cree que está cerrada y ya está? No, lo que hace es no producir energía.
Pero consume. Y mucha. Durante los próximos cincuenta años. Después podrá ser desmantelada y enterrada.
Lo que no resuelve el problema, sólo lo cambia de sitio.